viernes, 31 de agosto de 2012

DÍA 38: Isaac

Isaac provoca estrépito y desconcierto.
Alerta furiosa de lluvia y viento.

Isaac es rencoroso y vengativo,
una fuente de amargo desvarío.

Feroz, salvaje y prejuicioso,
Isaac invade con avance portentoso.

Vorágine descarada.
Caos envuelto en sombras de la nada.

Depositas la confianza en su llegada destructiva.
Pero él, altivo, descarga donde quiere su cólera efusiva.

Sin ruido, sin  viento ni lluvia, Isaac huyó en silencio...
... descargando en la pobreza, toda su saña y su armamento.

Isaac fué el primero que impactó, sereno, en mi vida.
Calmado y evasivo, huyó con celeridad poco compasiva,
... cobarde y apocado, destrozó aquello ya antes destrozado.



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ISAAC: 
MI PRIMER HURACÁN NO VIVIDO, YA QUE POR ENCIMA DE LAS ALERTAS NUNCA LLEGÓ A SEMBRAR SEMILLA DONDE YO RESIDO, PERO SACÓ SUS ARMAS CUANDO LLEGÓ DONDE ESTABAN LOS MÁS DEBILITADOS.


jueves, 30 de agosto de 2012

DÍA 37: Antes del AVE los trenes tenían olor a madera

En mis tiempos de estudiante viajaba mucho en tren. Fuí, como muchos aprendices universitarios, "emigrante académico nacional".

Recuerdo que, a la espera de la llegada del convoy, solía comprarme en la estación revistas de contenido lejanamente relacionado con mi formación facultativa.

Llegaba siempre pronto a la estación, soy una persona obsesivamente previsora, lo que me permitía pasar lago rato en el abarrotado quiosco de libros y revistas seleccionando cuidadosamente mi compra de entretenimiento pasajero.

Al final, tras muchas idas y venidas de mi decisión indecisa, solía limitar mis elecciones a dos alternativas:

Opción A. Revistas de Historia, Investigación y Cultura 
Opción B. Revistas de Decoración, Diseño y Paisajismo

Ante la irresolución del conflicto y dado que el tiempo apremiaba agobiantemente por la llegada del ferrocarril... terminaba comprándome ambas opciones.


De la Opción A me gustaba leer artículos que, entre sus líneas, escondieran misterios indescifrables de la historia del hombre (cuanto más antiguo fuera el enigma, más atrapada quedaba mi curiosidad).

De la Opción B me gustaba dejar volar la imaginación... solo miraba las fotografías y me ensimismaba pensando que aquellos espacios simulaban realidades oníricas de mentes grandiosas.

La historia siempre terminaba igual... llegando a mi estación de destino acompañada por el aviso estridente del tranvia. La diferencia se encontraba en el recuerdo de cada viaje que descargaba en el anden junto a mi maleta... 

... cada trayecto era distinto, cada ensoñación y aventura, siempre acompañada de mis dos opciones impresas, eran especiales... y ahora, mucho tiempo despues, viajando en esta enclaustrada cabina de avión... recuerdo que antes, los trenes... tenían olor a madera y correría...

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miércoles, 29 de agosto de 2012

DÍA 36: Nibble

NIBBLE
Nibble o Cuado es el conjunto de cuatro dígitos binarios (bits) o medio octeto. 
Su interés se debe a que cada cifra en hexadecimal (0, 1, 2,..., 9, A, B, C, D, E, F) se puede representar con un cuarteto, puesto que 24=16. 
También el cuarteto es la base del sistema de codificación BCD.

Ese jeroglífico era NIBBLE para Wikipedia.

Por otro lado había gente que lo definía, de manera mucho más cercana y comprensible, como ...

NIBBLE
Nibble es un término informático aplicado a la unidad de memoria compuesta más pequeña del sistema informático

Sin embargo para ella NIBBLE era el máximo exponente y síntesis del explendor... ¡de la grandeza!.

Para ella NIBBLE era "Todo un Mundo por Descubrir".

 
 
 
 


NIBBLE era un cielo de libertad, agua que se lleva la pesadumbre, hojas de Otoño tardío y espacio de asueto discontinuo. 
Era vida y era paz, un espacio de bondad. 
Recogimiento, reflexión.
Un rosal en expansión que atrae miradas distendidas.
NIBBLE era una escalera sin fin, en definitiva, todo un mundo por descubrir.

Sin lugar a dudas ella amaba perdidamente a NIBBLE por mostrarse como un ser fuera de lo normal... y aunque NIBBLE se lo rebatía continuamente, poniendo en duda incesante esa catalogación en el grupo de los no comunes... ella insistía en que sí, NIBBLE era un ser más allá de lo ordinadio y por eso le amaba, por ser un ejemplo de máximo exponente y grandeza sintetizado en una forma mínima... un átomo de vida expandido en ese Universo que ella, extraña y terca, había creado en este mundo tan volátil...

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¡¡TE QUIERO MUCHISIMO NIBBLE!! 
¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!


martes, 28 de agosto de 2012

DÍA 35: Compraventa

Os cuento que lo que hace días parecia ser una mala estrategia por mi parte para animarla, finalmente resulto ser un plan motivacional meticulosamente planeado por su lado... lo cual, como suele ser habitual, nos llevó (especialmente a mi) a una aventura urbana de esas que cada vez que uno la recuerda, no puede dejar de sonreir mientras desea salir corriendo y compartir con alguien el recuerdo.

Todo empezó a primera hora de la mañana. Vino a buscarme con los primeros rayos de Sol subida a un ciclomotor antiguo, ruidoso, destartalado y con sidecar... aunque, no lo negaré, daba a la escena una aire retro bastante atractivo y curioso.

Traía puestas unas gafas de aviador y un casco marron de esos que se mantenían fijados en su lugar correcto gracias a unas orejeras de cuero que se ataban bajo la barbilla. Definitivamente, escenificaba una imagen imposible de olvidar en la retina (algunos vecinos incluso corrieron a por sus cámaras fotográficas, aunque inmortalizaron la escena escondidos tras sus ventanales... por lo que pudiera pasar).

Por supuesto ella tenía tambien guardada mi equipación completa, un mono de cuero curtido y otro casco antediluviano.

"La seguridad ante todo. Nuestra expedición de hoy conlleva enormes riesgos"

No perdí el tiempo. Me vestí allí mismo, lo más rápido que pude, y me subí al sidecar como alma que lleva el diablo...

Arrancó el ciclomotor estrepitosamente y, mientras dejábamos a nuestras espaldas una estela de humo y gas me gritó enérgica sin dejar de mirar al frente...

"¡Mira dentro de la alforja que tienes a tu espalda!. 
¡Vamos a alquilar y regalar varias cosas que encontré perdidas en el desván. Yo tengo de sobra y seguro que otros pueden beneficiarse de ellas. Les daremos la oportunidad de alquilarlas o comprarlas, para que se sientan libres en su uso!.
¡Hace tiempo que he percibido que a mucha gente le faltan estos elementos y, para tenerlos yo en casa cogiendo polvo, prefiero compartirlos de esta manera!.
¡¡Agárrate que aceleramos!!"

 
 

Conté 20 carteles en total.

¿Imagináis entonces mi reacción?... Efectivamente... profundo suspiro... mirada de condescendencia y... ¡a por ello!... al fin y al cabo la idea no era tan mala... y mi mañana, antes de su llegada, se presuponía enormemente tediosa...

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lunes, 27 de agosto de 2012

DÍA 34: Cualquier tiempo pasado fue anterior

Paseando una ajetreada tarde por las calles de una bonita ciudad del norte del país, sin mediar palabra giró sobre sus pasos unos segundo y me dejó caminando sola.

Se adentraba, sin previo aviso, en un local especializado en comunicaciones. No imaginéis nada elitista ni contemporáneo, entró, con la mirada estática en su objetivo, a un locutorio en el que tenían habilitado un espacio con computadoras para videoconferencias.

"Cóbreme quince minutos. No me llevará más tiempo"

Una vez formalizadas las gestiones pecuniarias previas, escogió cuidadosamente su cubículo y comenzó su peculiar investigación navegando a través de la pantalla.

Yo la esperaba, sin preguntas y con paciencia, sentada en la entrada releyendo una vieja revista (pude ver en su esquina inferior derecha que estaba fechada en Abril del año 2008).

Enfrascada en mi superficial lectura... sobre la vida y sinsabores de la socialité internacional... me sobresaltó una voz desde la puerta de salida diciendo...

"Vámonos ya, he visto todo lo que tenía que ver. 
Prosigamos nuestras tareas"

Pasó toda la tarde ensimismada... evadida y evasiva, hasta que finalmente, cuando llegó a las conclusiones pertinentes a través de su diálogo interior me dijo:
 
"¿Cualquier tiempo pasado fué mejor?... 
...me resulta curioso ver cómo muchas de mis amistades comparten, en estos últimos tiempos en los que el mundo gira apesadumbrado sin esperanza y con pocas fuerzas, recuerdos en forma de fotografías, textos, videos o emociones estréchamente ligados con un pasado luminoso y floreciente... antiguas décadas de esplendor entusiasta.
 Me resulta curioso y preocupante que ese aferrarse al pasado evite mirar hacia el presente y hacia el futuro.
Echar la vista atrás siempre es bueno y necesario... pero no para quedarse inerte y estático en el pasado, no para rumiar incesantemente y con melancolía que cualquier tiempo pasado fue mejor...
...sino para nutrirse de esperanza y traer al tormentoso corazón del presente aquellas emociones fulgurantes, logrando evitar que se marchiten las esperanzas futuras y construyendo un mañana sobre los pilares del ayer, pero con techos, paredes y vivencias de otros tiempos posteriores"


Al llegar a casa, antes de iniciar el rutinario proceso diario de elaboración de mi cena, encendí el ordenador y en el silencio de aquel ruidoso mundo cibernético comprobé, a solas, que sus palabras tenían mucho de certeras... 

Me invadió cierta melancolía y preocupación... desesperanza...

... hasta que choqué, frente a mi pantalla, con algunas emotivas fotografias que me abstrajeron de mi pensamiento y me arrastraron, como a tantos otros, a navegar por el pasado, olvidando dónde estaba mi presente y mi futuro... olvidando, quizá voluntariamente, las palabras que ella había dejado en mi corazón hacía un par de horas con la esperanza de que yo tambien formara parte de la construcción de un mundo nuevo... 

... quizá lo deje para mañana, ahora me reconforta regodearme en décadas pasadas... aun sabiendo los peligros que ello conlleva... aun sabiendo que caer en sus longevas redes de ilusión descolorida puede atraparme en un mundo de obsoleta utopía...





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domingo, 26 de agosto de 2012

DÍA 33: El mapa del tesoro

Leía un libro apaciblemente en mi sofá... con la televisión apagada... las zapatillas de casa calzadas... y la lámpara de pie, estratégicamente ubicada, a media luz junto a mi brazo izquierdo.

Todo presagiaba un reposado anochecer hasta que alguien golpeó enérgicamente la puerta....
.........
... suspiré...
... dejando el libro reposadamente en la mesita de madera.

No hizo falta que tomara precaución vigilando previamente por la mirilla, sabía a la perfección a quién me encontraría al otro lado de aquella puerta que me separaba de la tranquilidad y el recogimiento...

"¡No vas a creer de dónde vengo! 
Déjame que busque una buena ubicación para el loro, le dé agua y algo de comer, me quite el garfio y el parche y me ponga algo cómoda para relatarte la historia..."

La esperé paciente, sin pensar demasiado.

En esta ocasión ella fue rápida y en diez minutos ya había iniciado una increible historia apoyándose en un descriptivo mapa del tesoro que había extraído de su roída valija.


Me habló de idas y venidas, de subidas y bajadas, de llantos y alegrías, de esperanzas y deseperanzas, de encuentros y pérdidas, de pobrezas y riquezas... Me describió pruebas de valentía, de fortaleza, de motivación, de habilidades, de revelaciones, de valor y calor humano...

Calculo unas tres horas consecutivas de interesante monólogo (aunque el loro, aburrido y cansado, había decidio caer rendido a las ensoñaciones).

Casi llegando al final de su relato, sacó, sin previo aviso, un destartalado album, con las tapas húmedas y con olor a mar y profundidades...

"Mira, aquí, a la izquierda del plano, justamente donde pone Album, es donde hallé el tesoro que ahora sostengo entre mis manos... ¡este fue mi hallazgo!"

Y me mostró conmovida las imágenes que, desbaratadamente, llenaban aquellas hojas saladas.

 
 
 
 
  
Emocionada y con cierto desorden, como quien dirige el timón de un barco atracando en las buscadas arenas doradas de una playa virgen, me fue detallando las aventuras y desventuras que habían ido llenando su corazón hasta desembarcar en busca de aquella fortuna...

... no tuve otra opción, entonces, mas que admirarla... por mostrarme, desprotegida, su valentía en absoluta plenitud.

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sábado, 25 de agosto de 2012

DÍA 32: Aunque disparemos al gallo, no dejará de amanecer

Ella era una aventurera empedernida. Le gustaba experimentar vivencias indispensables de manera ecléctica e incondicional, sin remilgos ni distinciones.

Insomne desde muy pequeña no tenía escrúpulos en hacer que todos los que la rodeaban bailaran a su ritmo en el amanecer... si ella se despertaba, todos tenían que hacerlo para formar parte de la experiencia que la madrugada aguardaba en cajones ocultos a la espera de sorprender al recién amanecido.

"Ya lo he dormido todo.
¡Vámonos de expedición!"

... ni un buenos días, ni un arrumaco de calor para el alma tras la noche oscura... ella, al amanecer era pura energía, vitalidad y positivismo desbordantes, incapaces de esquivar para los que, al contrario que ella, deseaban alargar el descanso nocturno necesario para afrontar las vicisitudes que traería el nuevo día.

Una mezcla de atracción y rechazo... eso es lo que provocaban sus artes albóreas. Aunque, os aviso, siempre se salía con la suya y, fuera la hora que fuera, todos terminaban en vertical posición y sonámbula energía.

Yo conocía sobradamente esta adicción suya al robo de horas noctívagas... aún así tambien caía en sus artimañas experimentadas y acababa acompañándola en sus peripecias...insisto,  fuera la hora que fuera...

... por ese motivo me veía ahora en estas circunstancias. 

Alli estabamos las dos... somnolientas,
esperando al amanecer, 
esperando el pistoletazo de salida de aquel día impredecible que, sospecho, nos escondía interesantes aventuras. 

Mi impaciencia empezaba ya a no poder mantenerse en calma y ella, plácida, reparó en ello, así que, con una bondadosa sonrisa, como la de quien ya ha vivido muchas veces instantes similares, me pasó el brazo por la espalda y, mientas un imponente amanecer rojizo nos daba la bienvenida festejando su llegada, ella me susurró mirando al frente...

"No hay nada imposible para quien sabe esperar..." 


... y entonces lo comprendí... entonces vi, mientras era acompañada por la progresiva claridad que el Sol nos mostraba con su ascenso astral, que su empeño por el desvelo tenia una sobrada justificación... y vislumbré, en mi propia mejilla, una lágrima emotiva que abstrajo a mi cansancio amodorrado y desperezó a mi sonrisa enérgica... 

... estaba preparada para irnos de expedición... ¡hasta el fin del mundo!...
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viernes, 24 de agosto de 2012

DÍA 31: Banda Sonora Original

Aquella tarde llovía copiosamente.

Llovía tanto que en ocasiones casi me costaba escuchar lo que ella me decía... aun teniéndola sentada cerca de mi. 

Parecía que la tormenta quería lavar las calles y la melancolía con torrentes indómitos de agua... con nosotras, desde luego, obtuvo buenos resultados.

Sentadas en el sofá y bajo el acogedor calor de una manta invernal, obsequio de uno de los múltiples viajes aéreos que habia realizado no mucho tiempo atrás, desplomábamos emociones pegadas a una buena taza de café humeante.

Quizá fue el color grisaceo de la tarde, quizá la serenidad del hogar o tal vez el sentirnos refugiadas del diluvio exterior ajeno a nuestra comoda seguridad... el caso es que, encontrándonos en el ambiente propicio, las aflicciones no tardaron en salir a borbotones de nuestras bocas...

"... recuerdo una tarde en un Domingo cualquiera...
...donde el tiempo quedó inmovil...
... donde las emociones se mezclaron alcanzando cumbres desconocidas en el alma...
... donde tres personas compartieron una bonita sobremesa envueltas por la bruma del son cubano.

Ahora, bastante tiempo después, vienen a mi memoria bonitos momentos de aquella tarde, y en este sofá, bajo esta colcha de añoranza, descubro que la vida nos va dando señales de nuestro futuro, puntos de apoyo que, tarde o temprano, confluiran en una realidad... 

....pero que hasta el momento en el que esa realidad se materialice pocas cosas cobrarán sentido…"

No fui capaz de interrumpirla... 
 ... demasiados sentimientos... 
... demasiada nostalgia... 
... demasiada necesidad de que el temporal limpiara el acuoso desconsuelo que en ese momento ella había expulsado de su interior, como un géiser emocional...

Tan solo me levante y serví en dos platos un pedazo del pastel de frutas que un par de horas antes había horneado. Dulce y colorido consuelo para el alma y preludio de energía para mi turno de catarsis...


Cuando salimos de nuestro trance existencial ya era noche cerrada.
Seguía lloviendo.
Bajo la manta el calor ahora era más reconfortante, como quien destierra nubes negras de su interior y llena de esperanza luminosa su espacio.

Indudablemente, el compartir en voz alta aquellos recuerdos enterrados nos fue de gran ayuda... la tormenta consiguió sus objetivos... una catarsis emocional donde los torrentes de agua se llevaron la tristeza a desembocaduras lejanas... liberando un poco más al corazón y pudiendo crear una nueva banda sonora original a nuestras vidas.

Decidimos, si a la siguiente mañana la lluvia había amainado, preparar la mesa en el jardín y con energías renovadas festejar...
 ... la luz, 
el son, 
la brisa 
y el compás...

... en honor a una tarde de Domingo cualquiera...
... donde el tiempo quedó inmovil...

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¡¡MUCHAS FELICIDADES SEÑOR PADRE!!

jueves, 23 de agosto de 2012

DÍA 30: La insoportable levedad del ser

Aquel día resultaba ser realmente extraño, climatológicamente hablando. Llovía, salía el sol, bajaba la temperatura, granizaba, salía el arco iris, emergía un calor asfixiante... en definitiva, un día insólito en pleno mes de Septiembre.

Era un dia ciertamente raro, así que decidí no hacer mucho ruido, pasar desaparecibida y dejar que el tiempo... lánguido... siguiera su camino e hiciera su trabajo... mientras yo, despreocupada... lo perdía sin ningún tipo de remordimiento...

Tumbada en la cama reflexionaba tranquila sobre la vida y sobre pasajes de mi propia existencia... como quien disfruta con el visionado de una película de esas antiguas, sin sonido, en blanco y negro y con cortes claros entre fotogramas...

Concentrada en aquella tarea resultó que, súbitamente, vino a mi recuerdo la portada de un libro...


 ... recordé de pronto el intento frustrado de lectura la primera vez que cayó en mis manos aquel ejemplar... sinceramente, no entendía absolutamente nada de lo que aquellas palabras, consecutivamente escritas, querían transmitirme... era como leer en un idioma no aprendido... era como buscar a ciegas en un cuarto oscuro... aquella fue la primera vez que desobedecí a mi estricta norma personal de que "todo libro iniciado debe ser finalizado"...

... abstraída sobre mi cama hilé aquel recuerdo con uno posterior, en el que, tres años despues aquel mismo libro regresó, extrañamente, a mis manos y le dí una segunda oportunidad.

Aquella obra supuso entonces un antes y un despues en mi vida como lectora y en mi vida como ser. Sin levedad y sin aquella insoportable incoherencia que tres años atrás me había impedido leer aquel tesoro escondido, descubrí que todo tiene su momento para poder ser entendido... y descubrí, al mismo tiempo, que las segundas oportunidades traen cosas muy positivas en muchas ocasiones.

Caí rendida a mis meditaciones justo cuando un débil rayo de luz entraba por mi ventana... no creo que durara mucho su intrusión, ya que poco tiempo despues me desperté sobresaltada por una inesperada tormenta eléctrica que me obligó a levantarme y cerrar herméticamente todas las ventanas... aproveché entonces para prepararme algo de cenar y dar una nueva oportunidad a otro ejemplar que jamás fui capaz de terminar... El clan del oso cavernario...

... aunque, me confieso, en esta ocasión no tuvo éxito mi reconquista y aquel pesado tomo se deslizó entre las sábanas finalizando su trayectoria chocando contra el suelo... suavemente... pues yo continué mi sueño ignorante a la caída de tan considerable publicación...
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miércoles, 22 de agosto de 2012

DÍA 29: Cuéntame un cuento

A esta altura de mi relato no hace falta que os diga que ella vivía todo con inusitada intensidad y siempre mezclaba dosis justas de cuento y realidad... como buena hija de alquimista no podía ser de otra manera.

Meditaba sobre este tipo de aleaciones, mezclas y decantaciones, mientras esperábamos a comprar nuestra entrada en la taquilla, cuando de pronto ella me dijo airosa:
 
"Siendo niña, en la escuela, recibí clases de teatro. 
Ya sabes... de esas extraescolares de cinco a siete de la tarde"

Creo que es lo más creíble que jamas haya escuchado viniendo de ella...

Como aún nos faltaba bastante para que llegara nuestro turno de compra, le pedí que me contara más sobre eso, así ambas nos entreteníamos durante la espera. Y fue entonces cuando aquella credibilidad inicial sobre su primera confesión... la comencé a transmutar de nuevo en su peculiar mundo inventado....

"¡Puedo contarte miles de historias y experiencias de aquellos años sobre las tablas!... como cuando viajamos al pais del papel y me transformé, ¡con bombín incluido!, en un gran muñeco de tiras de periodico... o cuando gracias a una novedosa máquina del tiempo nos trasladamos a la Edad Media, y ¡menos mal que contaron conmigo!, porque no sé quién hubiera amenizado las tardes a la Reina de Corazones... mis piruetas y brincos malabarísticos provocaron gran admiración en todos los asistentes..."

Ella saltaba emocionada a mi alrededor contandome aquellas ensoñaciones cuando... por fin, llegó nuestro turno en la taquilla... creo que si me hubiera contando una invención más, hubiera pedido, caritativamente, que nos dejaran avanzar en la fila...

Finalmente logramos cruzar las cortinas rojas, nos acomodamos en nuestro espacio y... no logro recordar mucho más de lo que sucedió allí dentro, solo que salí de la sala con la absoluta sensación de haber visto, proyectada en aquella pantalla, pedacitos de mi vida... ¿o tal vez eran de la suya?...

... creo que las ensoñaciones que ella compartió durante la espera habían ejercido sobre mí un efecto similar al de un cuento leído a un niño antes de dormirse... porque no soy capaz de diferenciar si lo sucedido en aquella oscura sala de cine fue real o...



martes, 21 de agosto de 2012

DÍA 28: Un beso

Hay besos que nunca se olvidan. 

Quedan grabados a fuego, tatuados en el recuerdo, en el alma y en las entrañas...

Son esos besos que, por muchos años que pasen, cuando uno los trae nuevamente a la memoria, provocan las mismas sensaciones que surgieron en el instante en el que se estaban regalando o recibiendo...

Besos que, sin saberlo, lo que besaban en aquel momento era el corazón y no la piel.

No puedo desprender de mi retina aquel recuerdo... aquel beso que, en aquella estación de tren, nos acarició con acuosa mirada ... aquel beso que nos tatuó, para siempre, el dolor de la despedida...

 
Aquellos besos de partida... siempre eran igual... dolorosos y desgarradores silencios con los que decirnos adiós...

Siempre pensamos, ingénuas, que aquel sería el último beso... sin saber que la vida nos depararía muchas estaciones de tren, muchos andenes y aeropuertos de lejanía...

Para superarlo, a tí de dotó de una férrea armadura para tu pequeño corazón... 
 ... en cambio a mí... 
... a mí me arrebató la mia para regalártela a tí...
... dejándome inválida hasta el día de hoy... donde aún seguimos despidiéndonos y pensando, inocentes, que éste será el último beso de despedida...

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lunes, 20 de agosto de 2012

DÍA 27: El corralito

Hacía días que había pedido en el trabajo este Lunes como día de descanso. Me encontraba realmente agotada, en cuerpo y alma, y necesitaba hacer una pequeña parada en el camino para repostar energía y retomar la senda con fuerza renovada.

El caso es que, en mi afán de mantener la mente lo más dispersa posible, decidí zambullirme en internet sin previo aviso y sin plan de viaje establecido. Que los mares y mareas digitales me llevasen a donde ellos desearan... sin buscar orillas en un mapa de ruta. 

El punto de arranque de mi viaje "internestelar" fue una de mis webs favoritas The Cool Hunter.

Ahí las corrientes digitales tomaron el timón derivándome a otros mares, todos ellos diferentes, algunos peligrosos, otros emocionantes, otros aburridos... digamos que tuve una travesía realmente ecléctica y sin tiempo para la monotonía.

Me encontraba ensimismada en mi periplo ciberespacial cuando, espontáneamoente, surgió una ventanita rectangular en la esquina superior izquierda de mi pantalla...   

Efectivamente, allí estaba ella de nuevo, distrayéndome de mi navegación... paciencia...

"Buenos días cibernauta, ¿cómo te encuentras hoy?..."

Fue imposible ignorarla, ella es lo suficientemente inteligente como para saber qué decir en cada momento y enredarte en sus objetivos... así que, abandoné frustrada mi periplo de navegación independiente y mantuve con ella una conversación animada sobre vivencias y experiencias superficiales, propias y ajenas (recuerdo que llegamos a comentar las aventuras amorosas que aparente y alegadamente tenía la vecina del quinto...).

Antes de despedirnos le pregunte curiosa por qué no vino a casa a tomar la merienda y charlar de manera distendida en persona, ella fugazmente me respondió:

"Me parece mucho más atractivo charlar por esta ventanita virtual, siempre me ha dado la sensación de que las ventanas de comentarios y de chat son como aquellos antiguos corralitos, ubicados en patios interiores donde cada día las vecinas se asomaban a sus ventanas para comentar animada y animosamente los últimos sucesos del barrio.
Ya sabes, ¡hay que adaptarse a los tiempos modernos!..."

... e inmediatamente su ventana desapareció de mi pantalla, imagino que tendría que poner la colada o regresar a su rutina diaria... aunque creo que ella de rutinas no entiende demasiado...



domingo, 19 de agosto de 2012

DÍA 26: La música amansa a las fieras

Era una persona con una sensibilidad humana increiblemente atípica, en ocasiones incluso llegaba a pensar que esa facultad debía tener un origen sin fundamento terrenal... no había otra explicación. 

Me acicalaba aplicádamente mientras meditaba concentrada sobre esta cualidad que, en ocasiones, nos había llevado a vivir situaciones sorprendentes... cuando, tal y como habíamos acordado, se asomó por la ventana de mi cocina y me gritó emocionada:

"¡Ya llegué!
Te espero bajo la sombra del arbol de la esquina, hace muchisimo calor... eso será bueno para nuestros planes de hoy.
¡Date prisa o me iré sola!"

Sé que no me amenazaba en vano, si no me apresuraba lo suficente, me encontraría aquella esquina únicamente acompañada por el viejo, frondoso y paciente Olmo.

Salí corriendo de casa,  ahora que lo pienso creo que no cerre la puerta.... y, mientras le agitaba la mano haciendole ver que ya estaba en camino, me distribuia las cosas de la manera más cómoda y funcional posible...

... toalla y bolso en la derecha...
... crema solar y revistas en la izquierda...
... gorro... a la cabeza...
... gafas de sol, en su sitio...
... me dejo algo... me dejo algo........ creo que no.

Os aseguro que hacer esto mientras caminaba ligera y agitaba enérgica el brazo a modo de señar de acercamiento al Olmo... es una tarea agotadora, cuando llegue a la playa caeré rendida, no hay duda.



Al llegar a la esquina me refugié bajo la sombra de aquellas ramas impasibles, y vi que ella venía sencilla, en sus manos tan solo traía una batuta... sí, una batuta profesional, de orquesta filarmónica por lo menos. 

Me sentí ridícula, ella ligera de carga y yo como un auténtico perchero.

Su peculiar sensibilidad (y probablemente mi cara descompuesta de sorpresa) le ayudaron a percibir que estaba absolutamente descolocada con su artículo playero, así que rápidamente quiso tranquilizarme diciendo:

"No te preocupes, no hemos cambiado de planes, vamos a la playa. Simplemente me traje el instrumento playero que necesitaré para nuestra estancia en la arena.
Vamos a crear una melodía organizada de pensamientos y emociones emitidas por todos aquellos que hoy encontremos en la arena. Sin que ellos se percaten, eso sí.Veremos sus movimeintos, expresiones, conductas y muecas y podremos así crear una partitura musical, con acordes, escalas y tiempos... ¡será divertido!"

Evidentemente no logró calmar mis preocupaciones... preveo que hoy tampoco me echaré apaciblemente la siesta bajo los rayos del Sol. 

Es indudable que su entretenimiento parece ser mucho más original que el que me había planteado con mis superficiales revistas de moda... no sé si su propuesta traerá reacciones colaterales por parte de los presentes a orillas del mar, pero de momento a mi me ha ayudado a aligerar mi equipaje... decididamente las revistas se quedan aquí... a la sombra de este Olmo...


viernes, 17 de agosto de 2012

DÍA 25: En el País de las Maravillas

"Cierro los ojos y... ¡¡SOPLO CON FUERZA LAS VELAS!!..."

¡Y tanto que sopló con fuerza! Los vasos y platos de plastico que habíamos acondicionado en la mesa del jardín tan "cumpleñadamente"... salieron volando, junto al mantel... lo de la tarta no me preguntéis... fue como esos trucos, casi mágicos, en los que alguien tira del mantel enérgicamente y todo se mantiene en pie, como si nada hubiera pasado, sobre la mesa...

Creo que el poder de su soplido residía en el ansia infinita con la que soñaba sus deseos para ese día... el día de su cumpleaños.

El resto de la historia podéis intuirla... brindis... tarta... brindis... bailes... brindis... risas... brindis... juegos... brindis... confesiones... brindis... regalos... brindis................... creo que. no recuerdo más... suelo pecar de amnesia cuando su alegría contagiosa embriaga mis sentidos... 

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¡¡FELIZ AUTOCUMPLEAÑOS!!


jueves, 16 de agosto de 2012

DÍA 24: El mundo entero se aparta cuando ve pasar a un hombre que sabe adónde va

Siempre tuve la sensación de que llegaba tarde a los momentos más importantes de mi vida. No me refiero a que era una persona impuntual, de hecho soy obsesivamente estricta con el tiempo, me refiero a que, cuando la oportunidad vital había salido por la ventana, es cuando yo entraba por la puerta.

Aprendí a vivir con esa sensación de ahuyentadora de oportunidades. 
Aprendí a vivir con cierto resquemor a perdedora.

Hasta que la conocí.

Realmente el recuerdo de nuestro primer encuentro es vago. Solo soy capaz de rememorar sombras y sonidos embotellados, casi imperceptibles y absolutamente incomprensibles. Pero sí recuerdo, con absoluta nitidez, la primera vez que iluminó mi pensamiento y me mantuvo toda una noche desvelada intentando desarticular el mensaje que me había lanzado, como una bomba de sinceridad.


Fue directa, simple, con una nitidez sentenciosa de esas que solo se encuentran presentes en personas de corazones limpios. Me lanzó el mensaje absolutamente desprevenida...

"Nunca has llegado tarde a tus oportunidades, simplemente las tenías delante pero no las deseabas tanto como para verlas. Para tí eran transparentes, vacías, etéreas, insignificantes. Finalmente, tu falta de cariño hacia ellas, hizo que, apesadumbradas, buscaran otras personas que realmente las valoraran. Nuevos horizontes. Eras tú misma la que antes de entrar por la puerta, ya les habias abierto la ventana"

No siempre estuve de acuerdo con su forma de pensar y ver la vida, de hecho creo que todo en esta vida es muy relativo, pero sí recuerdo, con completa claridad, aquella noche de desesperación e insomnio en la que mi vida cambio para siempre...

Aquella noche oscura decidí empezar a abrir menos puertas y a cerrar más ventanas, lo que provocó, casi de manera inmediata, que se revelaran ante mí opciones de vida nunca antes imaginadas... como quien tras años de vista cansada decide finalmente comprarse unas gafas... como quien tras años de vida cansada, decide regalarse una oportunidad...


DÍA 23: Photocool

Me vino a buscar en limusina... sí, has leído correctamente, en una limisuna.... blanca, brillante e infinita.


Esperaba tranquila en casa a la hora acordada, 12.45pm, cuando sonó, dos veces, el claxon. 

En ese momento, siguiendo estrictamente el protocolo que la noche anterior ella me había remitido por mail, esperé cinco minutos de cortesía, cogí mi pequeño clutch festivo con leves ondulaciones áureas, me calcé los altísimos peeptoes en glitter dorado, dí un último vistazo de conformismo a mi estilisimo en el espejo de la entrada y bajé, esplendorosa y regia, los escalones que me separaban de aquel enorme vehículo, fuera del cual un educado chófer esperaba amablemente a que subiera mientras, paciente, mantenía abierta la puerta trasera.

Debió ser aquel LBD en el que me habia enfundado con tanto esfuerzo (y del cual, preveía, me costaría desvestirme cuando regresara nuevamente a casa aquella noche...) que por un segundo me sentí grande y poderosa, aunque también avergonzada y tremendamente emocionada y nerviosa. Aquel brevaje de sentimientos provocó un escalofrío de precaución que recorrió mi espalda... aunque yo, henchida, lo ignoré...

Dentro de la limusina me esperaba ella, igualmente deslumbrante y con esa sonrisa indefinida ya conocida... escondite de misterio y peligro mezclados en iguales dosis.

Le pregunté a dónde nos dirigíamos tan elegantes. Realmente la incertidumbre me tenía ya al límite del precipicio... una noche de nervioso insominio y toda una mañana de desasosiego, estaban haciendo mella en mí. Sin embargo ella simplemente contestó:

"Quiero recordar una bonita, y breve, aventura vivida junto a mi hermana hace ya mucho tiempo. 
Si tienes curiosidad puedes informarte en http://photocoolspain.blogspot.com/
¡Prepárate porque será una noche que no olvidarás! 
¡Arránque el coche! 
¡Que empiece la fiesta!"

Efectivamente, jamás olvidaré esta noche... pero esa historia... la dejaré para otro momento... ahora, sentada en el silencio de mi butacón os diré que me duelen demasiado los pies y necesito deshacerme de este martirizante vestido-corto-negro que se ha convertido en mi carcel durante toda la tarde... aunque quizá... antes tome un pequeño descanso... y mas tarde... cuando despierte...

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TÓMESE CON ABSOLUTO RESPETO... SOLO ES CUESTIÓN DE HUMOR E IRONÍA


miércoles, 15 de agosto de 2012

DÍA 22: Diseño de interiores

Tenia su casa empapelada de recuerdos. 

Siempre he pensado que esa positividad que ella desprende es debida a que tiene su casa empapelada de recuerdos. Gracias a su curiosa decoración ella no olvida todo lo vivido... mantiene presente quién ha sido, quién es y quién desea ser... todo construído a base de evocaciones.

Pegados, enmarcados o en sobre relieve, sus recuerdos están presentes en cada espacio, los tiene siempre bien visibles, para disfrute personal o compartido... como era el caso en aquella mañana de Agosto.

La noche anterior había recibido, misteriosamente, una invitación en casa. Llegó sigilosa, deslizándose por debajo de la puerta...

Recogí el sobre del suelo, lo abrí con el índice delicadamente y extraje una invitación impresa en papel beige satinado:


Así que aquella mañana de mediados del Mes de Agosto allí estábamos las dos, ella vestida de guía del Museo del Prado y yo... cómoda con mi bizcocho de yogurt en la mano.

Debo reconocer que la visita fue tremendamente interesante. Es posible que le pida una nueva cita de cortesía para deleitarme con algunos detalles que no me dio tiempo a apreciar... acabamos antes de tiempo ya que había otra visita programada a las 12:45pm... Demasiado que ver, demasiado que aprender y demasiado poco tiempo... debí ponerlo en la hoja de evaluación final que me entregó antes de regresar de nuevo a mi casa.. creo que la próxima vez la completaré con más cuidado...



... y ahora, sentada en mi salón, silencioso, mirando a mi alrededor... tengo la sensación de vivir en un espacio vacío de paredes blancas... livianas... aburridas... no hay duda, mi vida es muchísimo menos intreresante que la suya...

 ...quizá sea el momento de hacer un cambio...
... quizá desempolve las cajas del desván que almacenan mis recuerdos y comience a redecorar mis paredes...

... cuando me termine este pedacito de bizcocho, me pongo manos a la obra...
... decidido.



lunes, 13 de agosto de 2012

DÍA 21: Ojo por ojo y el mundo acabará ciego

Entró sin avisar, como un inesperado torbellino de agua, arena y rabia. Hecha una furia. Intimidante. Con esa mirada con la que suele atemorizarme en ocasiones. Me preguntó inquisitiva mientras me mostraba unas imágenes... 

"¡¡¿¿Me puedes decir qué significa esto...??!!"



Respiré.... con cierta sensación inquietante de alivio...

Le sonreí entonces con ternura e intenté calmarla con todas las habilidades que mis años de estudios en la Universidad Pontificia de Salamanca habían aportado a mi personalidad. Parece que no fuí tan mal aprendiz, porque con cierto recelo pero mostrando una actitud mucho menos animosa, tomó asiento junto a mi y esperó impaciente escuchar mi discurso...

Sin dejar de observarla fijamente con cariño ingenuo, le hablé de diferencias culturales. De identidades y fronteras. De historia, cultura colectiva, intereses creados, corrupción y humanidad. Le hablé de la flexibilidad necesaria para comprender conductas de comunidades diferentes a la suya. Dialogamos sobre puntos de vista, política, normativa, legalidad, psicología y conducta... Me alegré nuevamente de mis años de estudiante en aquella ciudad de raices platerescas....

Finalmente, tras horas de nebulosas y luces... asintió con cierta tristeza, miró al frente con vista perdida... me abrazó... la besé en la mejilla con ternura... se levantó y me sonrió antes de darme la espalda y salir dejando un vacío de ruido y caos en mi cabeza.

Esa sonrisa... su sonrisa... aún permanece clavada en mi retina, pero ahora sé, rozando la medianoche y en la soledad de mi habitación, que lo que su sonrisa quería ocultar eran unos dientes apretados, una mandibula en tensión... una pena profunda en su alma y en su corazón.

Sé que mis horas de explicación no le sirvieron, en realidad para mi tampoco fueron de gran ayuda... no puedo engañaros, no puedo engañarme... la realidad es que se me parte el alma cuando no la veo plenamente feliz y libre. Por ella haría cualquier cosa, aunque corra el riesgo de que me arrastre a su locura a través de mentiras que rasgan como puñales.


DÍA 20: ¡Ancha es Castilla!

Cuando ya estaba cansada de escribir casi a oscuras (la luz del quinqué parecía agotarse por segundos), le pregunté, delicadamente, si podía salir a la brisa del día y despejarme paseando entre las sendas de La Florida, las cuales, custodiadas por altos árboles, siempre se mantenían varios grados de temperatura por debajo del resto de la ciudad. Era agradable en esa época del año.

Ella, sobria, estoica, levantó la mirada del teclado del ordenador portatil con el que, justamente en el momento de mi interrupción, escribía una bonita historia sobre Campos de Castilla, álamos dorados, olmos secos y galerías de soledad que no se bien a dónde querían llevar al viajero lector...
 

Simplemente fijó su mirada en mí y dijo: 

"Para que algo perdure se tiene que partir de la libertad de querer mantenerlo" 

... y nuevamente se concentró en la laberíntica historia con la que dejaba volar su imaginación incombustible.

Perpleja salí de aquella gruta. Silenciosa...

Estuve paseando hasta que el Sol comenzó su descenso, momento en el que me senté a descansar en un banco de madera en el que tambien descansaba un hombre anciano de esos de elegante sombrero y bastón de madera pulido.

Antes de poder iniciar cualquier conversación, el hombre, con mirada perdida, me dijo:

"Debes aprender algo antes de embarcarte en cualquier proyecto.
Eres libre para elegir el camino.
Eres libre para elegir cambiar de camino.
Libre para finalizalo.
Y libre para comenzarlo tantas veces como desees. 
Eres libre, pero aún no lo sabes... el miedo al esfuerzo y al dolor por separarte de tus grilletes no te dejan saber que eres libre.
Debes perder tu libertad para saber lo que significa ser libre y así lograr que todos tus proyectos se mantengan en el tiempo.
Mientras te sientas atada, obligada, esclavizada... jamás avanzaras en tus planificaciones, jamas caminarás por la senda que te lleva ser lo que sueñas"

Intrigada por sus espontáneas reflexiones sobre caminos de ida y vuelta, pero con un extraño ánimo renovado e inusitada energía en mi alma, me levanté dispuesta a regresar a la cueva para continuar con nuestra aventura digital. 

Me giré en mitad del camino, esperando encontrar al anciano meditando aún en su banco, para agradecerle, con efusividad, los minutos de luz que había compartido conmigo... pero él ya había reiniciado, como yo, su camino de regreso a casa... el banco se había quedado vacío...

...igual que la cueva donde horas antes le había dejado a ella.


Sin embargo, en medio de este abandono involuntario, yo únicamente podía ver, emocionada, cómo cientos de caminos a mi alrededor... giraban como una ruleta esperando mi decisión... Os confesaré que en aquel momento, rodeada de oscuridad, silencio y abandono, sentí, despues de mucho tiempo... ¡libertad!.

Regresé paseando a casa, alegre, pensativa y... nerviosa... sospechaba que ella me asaltaría en cualquier momento a lo largo de mi trayecto... o quizás no... al fin y al cabo ella sí es un alma libre y lleva escrita en su mirada lo ancha que es Castilla...